Sísifo con freno de mano I

Si este post es un despiche y no entienden nada, sólo llévense la idea que la depresión y la ansiedad se manifiestan de forma diferentes en cada persona, pero lo que tienen en común es que nos complican la vida. Es intentar vivir jalando una gran piedra como Sísifo o como ser un carro andando que tiene el freno de mano puesto… o una combinación de las dos. Si se sienten así busquen quien los ayude a quitar el freno y poner la piedra al suelo. ( o sea busquen un terapeuta)

Hace un tiempo si me hubieran puesto a describir la depresión hubiera dicho que es una tristeza extrema, uno llora mucho y se quiere morir. Si me hubieran puesto a describir la ansiedad hubiera dicho que uno no se puede estar quedito y siempre cree que algo terrible va a pasar. O sea hace un tiempo básicamente no sabía nada. Y eso es muy peligroso. 

En realidad las listas de síntomas de la depresión y la ansiedad son bastante más largas y detalladas, pero yo las desconocía y también tuve problemas asociandolas a mí vida. Estaba sentada en negación que ninguna de esas cosas me pasaban a mí. Más tarde descubrí que para poder identificarlos hay que sentarse con una lupa a investigar cómo vivimos, de la forma más neutral listar nuestras costumbres y la forma en que gastamos nuestro tiempo. 

Eso es más difícil de lo que parece, la negación es muy poderosa y muchas de esas costumbres por lo menos en mi caso me daban vergüenza y me apegaba como mono en un ventolero a negarlas o pasarlas por “así soy yo”. Para identificarlos en mi vida me ayudó oír las historias de otras personas (y por eso cuento la mía) … otros síntomas fueron aún más difícil de identificar porque descubrí que habían estado en mi vida solo cuando desaparecieron. 

Yo siempre bromeo que la gente cuando me conoce cree que soy Arcoiris Rainbow Brite (pero colochuda) 



Y a veces hasta les puedo dar la razón, en general mi punto de vista en la vida tiende a ser optimista, encontrar el lado bueno de las cosas y sobre todo a ser feliz con lo que haya. Una vez me dijeron que yo era cool porque estaba feliz comiendo papas en la calle igual que en un hotel de playa todo incluido ( afirmación totalmente cierta). Pero esto me trajo muchos problemas a la hora de diagnosticarme, al día de hoy la gente que me rodea y hasta los doctores de buenas a primeras me dicen “usted no parece estar deprimida”. Si no me cree la otra gente que me iba a creer yo… resulta y sucede que todos estábamos equivocados.

Cuando uno está deprimido pierde interés en las cosas que le producen placer, yo llegué al punto en que yo no quería ir a bailar. Después de comprobar que en serio yo no quería ir a hacer lo que más me gusta en la vida... la gente se preocupó.

El problema es tener que llegar a ese extremo para descubrir la falta de placer en la vida. Tenía rato que llegaba siempre, siempre, siempre tarde a clases, a pesar que los primeros ejercicios son los que más ayudan a hacer el cambio de la vida diaria, a estar presente en clases, o sea me gusta llegar temprano, pero no lo hacía.

En general abandoné las actividades físicas, antes usualmente si no iba a bailar salía a correr, hacía yoga en la sala con youtube, o iba en bici al trabajo, todo eso había dejado de pasar hacía bastante tiempo. Los fines de semana había dejado de salir a caminar o llevar a mis perros a ningún lado. No entendía por qué había dejado de querer sacar a mis perros a caminar, mis perritos se volvieron una tarea :(

Dejé de tomar fotos de cosas random que veía, o de las flores o bichos. Dejé de tejer, bordar… mi uke fue lo primero que fue a dar al carajo… no podía meditar… si veía tele usualmente estaba haciendo algo más. ¿Escribir? Ja! Hubiera sido chiva si todo eso lo hubiera visto como señales de que no me estaba sintiendo bien.

En vez de defender mis clases de danza buscaba cualquier excusa para no ir, y a veces a falta de excusa me ponía a hacer cualquier cosa y “oops ya es demasiado tarde ya no llego, ya no voy”.

Y ese se volvió mi modus operandi para todo, llegaba tarde a absolutamente tooooodooooo, no estoy hablando de que fuera la costumbre tica de llegar 15 minutos tarde, ahora siento como si hubiese sido físicamente imposible llegar temprano a ningún lado.

De verdad era muy difícil salir de mi casa. Todo lo que se me ocurriera yo ocupara hacer en mi casa, yo tenía que hacerlo antes de salir: ponía a lavar ropa, o pagar cuentas o ir por el correo… y entonces me agarraba tarde… y entonces me daba ansiedad… y me sentía peor… menos que quería salir… más excusas para no ir… hasta que o salía exhausta por esta guerra y como una hora tarde o más o me sentía tan mal que di ya no salía del todo.

Si me hubieran preguntado yo no habría dicho que me estaba aislando, sin embargo luego me di cuenta que en sí era eso lo que estaba pasando, junto con una mezcla de culpa, vergüenza, pesimismo, desesperanza, yo no quería salir de mi casa, no quería que me vieran, no quería meter la pata. Cuando salía yo lo único que pensaba era que quería volver a mi casa, yo no veía la hora de volver y llegó el punto que aún bailando por mi cabeza lo único que pasaba era “me quiero ir a mi casa”... nada más imagínense como me la pasaba en el trabajo.

Peeeero quedarme en casa también me provocaba ansiedad y alimentaban todos los sentimientos de vergüenza y aguevazon, sentía que estaba perdiendo el tiempo… pero sentía que no podía hacer nada más... gallina sin cabeza...

Hasta ahora he hablado de apenas un par de síntomas:

  • Pérdida de interés en actividades que producen placer (sí el síntoma incluye coger) 
  • Pesimismo y falta de esperanza 
  • Sentirse la mayoría del tiempo triste, “vacío”, o ansioso 
  • Huir de las cosas que nos provocan ansiedad 
  • Sentimientos de culpa e inutilidad 
  • Tendencia a aislarse, esconderse de la familia y los amigos 


Como el post ya va largo les cuento el resto en el que sigue. (Continuará...)

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